fotor_1746404234733

MFC Juvenil: Transformando Vidas a través de la Fe y la Comunidad

Comparte

¿Qué es el MFC Juvenil?

El MFC Juvenil es un movimiento católico de laicos que busca desarrollar los valores humanos y cristianos a través de la experiencia de la vida en familia. Nuestra misión es brindar una formación integral, pedagógica y sistemática para que los jóvenes y adolescentes se conviertan en promotores del evangelio y construyan el Reino de Dios desde sus propios hogares.

Creemos firmemente que la familia es el pilar de la sociedad y el futuro de las personas. Por ello, nuestra visión es que cada familia se convierta en un fermento de vida cristiana en su comunidad, anunciando, celebrando y sirviendo el evangelio. Esta visión no es solo un ideal, sino un llamado a la acción. Buscamos que cada joven y cada matrimonio asesor se convierta en una luz que ilumine a los demás, demostrando cómo se vive la fe en el mundo moderno. Es a través de este compromiso que logramos construir una comunidad más fuerte, basada en la solidaridad y el amor cristiano.

La Estructura y el Compromiso

La capacitación se centra en entender la estructura del MFC, desde los Equipos Básicos hasta los Equipos Coordinadores, y la importancia de cada rol, especialmente el del Joven Promotor y el Matrimonio Asesor. Juntos, forman una red de apoyo y formación para guiar a los jóvenes en su crecimiento personal y espiritual. El Joven Promotor es el motor del equipo, responsable de guiar las discusiones y motivar a sus pares. Por otro lado, el Matrimonio Asesor brinda su experiencia y sabiduría, actuando como un faro de guía y apoyo para los jóvenes. Esta sinergia es crucial para asegurar que la formación sea tanto relevante para los jóvenes como sólida en su base de fe.

En el corazón de nuestro movimiento están las “6 Exigencias Básicas” que nos guían en nuestro día a día:

  1. Vida de Equipo: Fomentar la comunión y el apoyo mutuo. Más allá de solo reunirse, esto significa compartir las alegrías y las cargas, orar juntos y celebrar los éxitos del otro. Es en esta comunidad donde encontramos la fuerza para perseverar.
  2. Hospitalidad: Abrirnos a los demás con amor y generosidad. Esto no solo se refiere a abrir las puertas de nuestras casas, sino a abrir nuestros corazones a quienes lo necesitan, acogiendo a los nuevos miembros y creando un ambiente donde todos se sientan valorados y amados.
  3. Estudio: Profundizar en nuestra fe y en los temas de formación. El estudio nos equipa con las herramientas necesarias para defender nuestra fe y aplicarla a los desafíos de la vida diaria.
  4. Vida de Oración: Mantener una relación constante con Dios. La oración es el diálogo con Dios que nutre nuestra alma y nos da la dirección en nuestras vidas. Es la fuente de la cual emana toda nuestra fuerza y nuestra capacidad de servicio.
  5. Uso Cristiano de los Bienes Materiales: Ser solidarios y justos. Se trata de reconocer que todo lo que tenemos es un regalo de Dios y que debemos compartirlo generosamente, especialmente con los más necesitados.
  6. Compromiso de Servicio: Poner nuestros dones al servicio de la comunidad. Cada uno de nosotros tiene talentos únicos que, al ser puestos al servicio de los demás, se convierten en una poderosa herramienta para construir el Reino de Dios.

La Metodología del CBF Juvenil

El Ciclo Básico de Formación (CBF) utiliza una metodología participativa. No somos meros receptores, sino protagonistas de nuestra propia evangelización. A través de un proceso de Ver, Juzgar, Actuar, Evaluar y Celebrar, se nos invita a reflexionar sobre nuestra realidad, discernir la voluntad de Dios y comprometernos a transformar nuestra vida y nuestro entorno.

  • Ver: Analizamos la realidad que nos rodea, los problemas y las necesidades de nuestra comunidad.
  • Juzgar: A la luz del Evangelio y la doctrina de la Iglesia, discernimos cuál es la voluntad de Dios para esa realidad.
  • Actuar: Nos comprometemos con acciones concretas para transformar esa realidad, llevando la fe a la práctica.
  • Evaluar: Reflexionamos sobre los resultados de nuestras acciones, aprendiendo de nuestros errores y éxitos.
  • Celebrar: Agradecemos a Dios por los frutos de nuestro trabajo y renovamos nuestras fuerzas para el siguiente ciclo.

El CBF se vive a través de reuniones de formación, momentos fuertes, servicios a la comunidad y la vivencia del ciclo litúrgico. Esto nos permite desarrollarnos en cinco dimensiones clave: personal, familiar, grupal-eclesial, social y de fe.

¡Dios te ha traído aquí por una razón!

Como dice el evangelio de Mateo (5, 13-16), somos la sal de la tierra y la luz del mundo. El MFC Juvenil es la plataforma para descubrir tu potencial, para que te decidas a ser un verdadero cristiano, protagonista de la historia y dispuesto a cambiar el mundo. Dios no te impone, te propone.

Únete a nosotros y descubre el amplio horizonte de formación y compromiso apostólico que te espera. ¡Juntos, podemos ser familias que sean fermento de vida cristiana en su comunidad!

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *