Fotografia Grupo MFCPY

Capturar recuerdos, fortalecer la fe: Consejos para tomar buenas fotos con tu celular en el MFC

En cada encuentro, reunión o actividad, vivimos momentos que merecen ser guardados como tesoros. La fotografía es un regalo que nos ayuda a recordar la presencia de Dios en la cotidianidad y a compartir con otros la alegría de nuestra comunidad. Hoy queremos darte algunas recomendaciones sencillas y llenas de sentido cristiano para capturar imágenes hermosas con tu celular.

Como nos recuerda el Salmo 77,12: “Recordaré las obras del Señor; sí, haré memoria de tus maravillas de antaño.”


📖 1. La fotografía como acto de gratitud

Antes de hablar de técnicas, recordemos: tomar una foto no es solo apretar un botón, sino agradecer a Dios por la bendición de estar juntos. Cada imagen es testimonio de la vida familiar y comunitaria que construimos.

Reflexión: Cuando enciendas tu cámara, detente un segundo, respira, contempla la escena y di: “Señor, gracias por este momento.”


📷 2. Aprovecha la luz natural

Los celulares actuales pueden lograr maravillas con buena luz. Siempre que puedas, busca lugares bien iluminados: ventanas, patios, o al aire libre.

  • Si la reunión es bajo techo, colócate de forma que la luz venga de frente o de lado, nunca desde atrás, para evitar siluetas oscuras.
  • En exteriores, evita el sol muy fuerte de mediodía; la luz suave de la mañana o el atardecer da un brillo especial a los rostros.

🤝 3. Muestra la fraternidad

El MFC no es un lugar, ¡son las personas! Busca captar abrazos, manos unidas, miradas llenas de cariño. Más que poses forzadas, invita a las familias a ser naturales. Una sonrisa sincera vale más que una postura perfecta.

Tip: Toma varias fotos seguidas y elige la que mejor capture la alegría genuina.


4. Cuida el fondo y el encuadre

Un buen recuerdo merece un fondo ordenado. Antes de tomar la foto, observa qué aparece detrás: quita distracciones como bolsas o sillas vacías.

  • Mantén la cámara a la altura de los ojos.
  • Si es un grupo grande, organiza en filas: niños adelante, adultos atrás.
  • Prueba encuadrar de forma sencilla, dejando espacio alrededor de los rostros.

📱 5. Sácale provecho a tu celular

No necesitas un teléfono de última generación para buenas fotos. Aquí unos detalles técnicos básicos:

  • Limpia la lente antes de tomar fotos.
  • Activa la cuadrícula (grid) en la cámara: te ayudará a alinear bien las personas.
  • Evita el zoom digital; si quieres acercar, acércate tú.
  • Mantén la cámara firme o apóyala en una mesa o pared.

🙌 6. Respeta la intimidad

No todo momento necesita ser fotografiado. Hay instantes que se viven mejor sin cámara: momentos de oración profunda o confesiones personales. Pide siempre permiso para retratar a otros, sobre todo niños y familias.

Reflexión: Respetar la intimidad es parte de amar al prójimo.


🕊️ 7. Comparte con sentido

Las fotos del MFC no son solo para redes sociales; son semillas de esperanza. Asegúrate de compartir imágenes que edifiquen, que den testimonio del amor de Dios y la unión de nuestras familias.

Tip: Acompaña cada foto con una cita bíblica, una frase del Padre Pedro Richards o una frase que inspire.


❤️ 8. Preserva tus recuerdos

Guarda tus fotos de forma segura: crea carpetas con fechas y nombres de actividades. Esto ayudará a mantener viva la historia de tu comunidad y a transmitirla a las futuras generaciones.

Como dice el Deuteronomio 4,9: “Sólo cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no olvides las cosas que tus ojos han visto, y para que no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; enséñalas a tus hijos y a los hijos de tus hijos.”


🙏 Finalmente… Haz de cada foto una oración

Que cada imagen sea un recordatorio del amor de Dios que nos reúne como familia y comunidad. Que al mirar nuestras fotos, podamos ver no solo rostros, sino también la acción del Espíritu Santo entre nosotros.

¡Anímate! Tu celular es una herramienta sencilla, pero tu mirada y tu fe son lo que harán que cada foto sea un testimonio de vida y esperanza.


Con cariño y unidad,
Departamento de Comunicación
Movimiento Familiar Cristiano

Periodo 2025-2026

Santidad Conyugal

Santificarse Juntos: El Matrimonio como Camino de Santidad

1. El llamado a la santidad en el matrimonio

El matrimonio no es solo una unión humana; para nosotros, los católicos, es un sacramento, un signo visible del amor invisible de Dios. Cuando un hombre y una mujer se entregan mutuamente ante Dios, su amor se convierte en vía de gracia. La Iglesia nos recuerda que estamos llamados a ser santos, no solo individualmente, sino también como esposos. La santidad no es algo lejano ni exclusivo de unos pocos: está tejida en los gestos cotidianos de amor, paciencia y entrega que vivimos en pareja.

San Juan Pablo II decía: “El matrimonio es la vía por la cual el hombre y la mujer se santifican mutuamente y cooperan con Dios en la obra de la creación.” Así, cada matrimonio está invitado a reflejar el amor de Cristo por su Iglesia.


2. Desafíos y oportunidades de santificación conyugal

No es fácil. Vivir juntos, compartir todo —sueños, luchas, defectos y virtudes— es un verdadero desafío. Las diferencias, las heridas del pasado, el cansancio de la rutina… todo puede volverse obstáculo si no se mira con ojos de fe.

Pero aquí es donde la gracia obra maravillas: cada dificultad es, en realidad, una oportunidad para crecer en las virtudes cristianas. El amor verdadero se purifica cuando aprendemos a perdonar de corazón, a ser pacientes cuando el otro falla, a sacrificarnos por su bien. En cada acto de comprensión y reconciliación, Cristo mismo se hace presente, sosteniendo la unión.

San Pablo nos anima: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Romanos 8,31). No estamos solos en esta misión. Dios camina con cada matrimonio que se esfuerza por amarse de verdad.


3. Prácticas espirituales para fortalecer la unión

La santidad conyugal no se improvisa; se cultiva día a día. Algunas prácticas sencillas pueden transformar la vida matrimonial:

  • Orar juntos: La oración une los corazones y eleva la mirada. Dedicar unos minutos al día para rezar un Padrenuestro, un Rosario o dar gracias antes de dormir hace una gran diferencia.
  • Acudir a la Eucaristía: Participar juntos de la Santa Misa fortalece la fe y renueva la gracia del sacramento.
  • Confesarse y reconciliarse: El perdón de Dios alimenta la capacidad de perdonarse mutuamente. Confesarse regularmente ayuda a purificar el corazón y ser más humildes.
  • Leer la Palabra: Meditar juntos un pasaje de la Biblia alimenta la esperanza y da sentido a la vida diaria.
  • Pequeños gestos de amor y sacrificio: Un abrazo inesperado, una palabra de ánimo, un detalle de servicio silencioso… cada acto de amor es oración vivida.

4. Testimonio de amor y fe

Un matrimonio que busca la santidad se convierte en luz para otros. Hoy, en un mundo que a veces pierde la fe en el amor duradero, los esposos que perseveran en la oración, en el perdón y en la alegría del compromiso son testimonio vivo de que Dios sigue obrando.

Los hijos, la familia, los amigos y hasta la comunidad se edifican cuando ven a dos esposos que, a pesar de sus limitaciones, confían en que Dios es parte de su historia. Como enseña la Iglesia, la familia es “Iglesia doméstica”, un pequeño altar donde se anuncia y se vive el Evangelio.


5. Conclusión inspiradora

Queridos matrimonios: su amor es sagrado. Su unión no es solo un contrato humano, sino una alianza sellada por Dios. Confíen en que Cristo camina con ustedes. Cuando surjan las tormentas —y siempre surgen— repitan con fe: “Si Dios está con nosotros, ¿quién estará contra nosotros?” (Romanos 8,31).

Cada día es una nueva oportunidad para elegir amar más, perdonar mejor y servir con más alegría. Que sus hogares sean talleres de santidad, faros de esperanza y signos del amor infinito de Dios.

Que María, Madre de la Sagrada Familia, los acompañe y los inspire siempre a ser santos juntos.

Pentecostes1

Un Regalo de Pentecostés: Ofrece una Indulgencia Plenaria por las Almas del Purgatorio

¿Qué es el Purgatorio?

Para comprender el valor de esta gracia, primero debemos recordar qué es el Purgatorio. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que el Purgatorio es una “purificación final” para aquellos que mueren en la gracia de Dios, pero que no están completamente purificados. No es un “segundo chance”, sino un estado de preparación necesario antes de poder experimentar la santidad del Cielo. Quienes están en el Purgatorio tienen la certeza de su salvación eterna; están siendo preparados para el encuentro definitivo con el Amor.

¿Qué es una Indulgencia Plenaria?

Una indulgencia plenaria es el perdón de toda la pena temporal que merecemos por nuestros pecados ya perdonados en la confesión. Imaginemos que el pecado es como clavar un clavo en una madera. La confesión saca el clavo (perdona la culpa), pero queda el agujero (la pena temporal). La indulgencia repara ese agujero.

Es un regalo que nos devuelve al estado de pureza de nuestro bautismo. Si una persona falleciera justo después de obtenerla con las debidas disposiciones, se cree que entraría directamente al Cielo.

Es crucial entender que una indulgencia no es:

  • Un permiso para pecar o el perdón de pecados futuros.
  • El perdón de la culpa del pecado, que debe ser absuelta primero en el Sacramento de la Reconciliación.

Más bien, es una forma de satisfacer la deuda de justicia que el pecador tiene con Dios, aliviando o saldando el castigo temporal que nuestros pecados merecen.

¿Cómo Obtener la Indulgencia Plenaria en Pentecostés por un Alma del Purgatorio?

Para ser un canal de la misericordia de Dios y ayudar a un alma a llegar al Cielo, la Iglesia nos pide seguir estos pasos con un corazón sincero:

  1. Tener la firme intención de no volver a pecar, ni siquiera venialmente. Esto implica un verdadero desapego del pecado.
  2. Confesión Sacramental: Acercarse al sacramento de la Reconciliación (puede ser unos días antes o después de Pentecostés).
  3. Recibir la Sagrada Eucaristía: Comulgar en estado de gracia.
  4. Orar por las intenciones del Santo Padre: Se sugiere rezar un Padrenuestro y un Avemaría por las intenciones del Papa.
  5. Rezar o cantar el himno Veni Creator Spiritus: Este es el acto específico requerido para la Solemnidad de Pentecostés. Se debe hacer públicamente (en una iglesia) este domingo.

Al cumplir estas condiciones, podemos ofrecer esta gracia por un alma específica o por las almas más necesitadas del Purgatorio.

Veni Creator Spiritus (Ven, Espíritu Creador)

Unámonos en oración con este hermoso y antiguo himno de la Iglesia, pidiendo la venida del Espíritu Santo sobre nosotros, nuestras familias y sobre las almas por quienes ofrecemos esta indulgencia.

Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.

Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.

Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.

Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.

Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.

Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos.

Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.

Este Pentecostés, abramos nuestros corazones al Espíritu Santo y seamos instrumentos de su gracia y misericordia. Aprovechemos este tesoro espiritual que la Iglesia nos regala y extendamos una mano de ayuda a quienes nos han precedido en el camino de la fe.

MFC Campo 9

Un fin de semana lleno de vida en el MFC Paraguay

Este fin de semana, nuestro Movimiento Familiar Cristiano vivió momentos de intensa actividad y bendición en diversas partes del país. Con alegría compartimos todo lo que Dios ha obrado en nuestras comunidades:

Curso de SUSUSU

El sábado 26 y domingo 27 de abril, se llevaron a cabo los cursos de SUSUSU en diferentes puntos del país:

  • En la Arquidiócesis, el sábado 26/04/25.
  • El domingo 27/04/25, la formación continuó en Yaguarón y en Curuguaty.

Visita Pastoral Juvenil en Yaguarón

El sábado 26 de abril, se llevó a cabo una visita pastoral juvenil a la ciudad de Yaguarón, donde los jóvenes del MFC compartieron momentos de oración, formación y misión. Fue una jornada de renovación espiritual y de fortalecimiento de la fe de nuestros jóvenes.

Retiro de Kerygma en la diócesis de Coronel Oviedo, Ciudad del Este y San Lorenzo

Durante el sábado 26 y el domingo 27 de abril, miembros del MFC participaron de retiros de Kerygma en las diócesis de Coronel Oviedo, Ciudad del Este y San Lorenzo. En estos encuentros, experimentaron un nuevo anuncio del amor de Dios, renovando su compromiso de ser discípulos y misioneros en sus comunidades y familias.

¡Damos gracias a Dios por cada encuentro, cada palabra sembrada y cada corazón renovado!
Seguimos caminando juntos, con la fuerza del Espíritu Santo, hacia una Iglesia viva y en salida.

Jubileo de la Familia CDE 1

¡Unidos en Esperanza! El MFC Celebra el Jubileo de la Familia en Ciudad del Este

¡Qué mañana de gracia hemos vivido hoy! Con el corazón lleno de alegría y fe, la gran familia del Movimiento Familiar Cristiano (MFC) de Ciudad del Este se unió activamente al Jubileo de la Familia, una jornada que nos convocó bajo el inspirador lema: “Familia, Comunidad Peregrina de la Esperanza”.

Desde las primeras horas de este domingo, numerosas familias representando a diversas bases del MFCCDE se congregaron en la Plaza Agustín Van Aaken. Con entusiasmo y espíritu de oración, iniciamos juntos la peregrinación, caminando como un solo cuerpo, testimonio vivo de la Iglesia doméstica en salida.

Fue una bendición contar con la presencia y el acompañamiento cercano de nuestro Asesor Espiritual del MFCCDE, el Padre Silvestre Martínez, quien caminó junto a las familias, animándonos y compartiendo este trayecto de fe hacia la Catedral. Su presencia fue un signo palpable del pastoreo y guía para nuestro movimiento.

El culmen de esta hermosa jornada fue la celebración de la Santa Misa en la Catedral. La Eucaristía, fuente y cima de la vida cristiana, fue presidida por nuestro querido Padre Silvestre Martínez y concelebrada por el Padre Hugo Cáceres. Fue un momento de profunda comunión, acción de gracias y renovación de nuestro compromiso como familias cristianas llamadas a ser faros de esperanza en el mundo.

Esta peregrinación del Jubileo de la Familia no fue solo un evento, sino una experiencia vital que nos recordó la belleza de caminar juntos, de apoyarnos mutuamente y de poner a Cristo en el centro de nuestros hogares.

Agradecemos a Dios por este día, a cada familia del MFC que respondió al llamado, a nuestro asesor espiritual, por su guía y a todos los organizadores por hacer posible este encuentro fraterno.

¡Sigamos siendo esa Comunidad Peregrina de la Esperanza cada día!

Familia MFC Paraguay Día Nacional de la Familia

Día Nacional de la Familia en Paraguay

El Día Nacional de la Familia en Paraguay se celebra cada año el cuarto domingo de abril, según lo establecido por la Ley N° 5425/2015. Esta fecha, oficializada para reconocer la importancia de la familia como célula fundamental de la sociedad, invita a todos los paraguayos a reflexionar sobre los valores de amor, unidad y solidaridad que se viven en el hogar. Para el Movimiento Familiar Cristiano (MFC) Paraguay, esta celebración es una oportunidad para fortalecer la fe y los lazos familiares desde la perspectiva cristiana, promoviendo actividades que integren a matrimonios, hijos y comunidades en torno a la Sagrada Familia como modelo de vida y servicio.

¿Qué es el Día Nacional de la Familia?

El Día Nacional de la Familia es una conmemoración oficial que:

  • Se celebra el cuarto domingo de abril de cada año.
  • Incluye a la unión estable del hombre y la mujer, sus hijos, y cualquier grupo en que se constituyan con uno de los progenitores y sus descendientes.
  • Tiene como propósito visibilizar y valorar el rol de la familia en la educación, el apoyo mutuo y el fortalecimiento de la autoestima de sus miembros.

Historia y origen

En 2015, el Congreso Nacional promulgó la Ley N° 5425 para instituir oficialmente esta fecha. El artículo primero de la ley señala:

“Establécese el cuarto domingo del mes de abril de cada año como ‘Día Nacional de la Familia’…”

Desde entonces, tanto el Estado como diversas instituciones (Iglesia, organizaciones sociales y municipalidades) ofrecen mensajes y actividades especiales para celebrar en iglesias, escuelas y hogares.

Significado para el MFC Paraguay

Para el Movimiento Familiar Cristiano Paraguay, el Día Nacional de la Familia:

  1. Reafirma la Sagrada Familia como modelo de vida cristiana donde reina el amor, la obediencia y la solidaridad.
  2. Fortalece el compromiso de los matrimonios para educar a sus hijos en la fe y los valores evangélicos.
  3. Invita a la comunidad a trabajar juntos en proyectos de pastoral familiar, promoviendo el acompañamiento y la ayuda a las familias más vulnerables.

Cómo celebrarlo

1. En el hogar

  • Organizar un almuerzo o merienda familiar y compartir una breve reflexión bíblica sobre la familia (por ejemplo, pasajes de Efesios 5:22-33 y Colosenses 3:18-21).
  • Preparar un mural o álbum con fotos y testimonios que recuerden momentos de unidad y servicio mutuo.

2. En la parroquia

  • Participar de la Misa dominical con una intención especial por las familias.
  • Realizar un rosario familiar en la iglesia, invitando a matrimonios y a sus hijos a rezar juntos.

Conclusión

El Día Nacional de la Familia es una ocasión propicia para renovar nuestro compromiso con los valores cristianos que fortalecen el hogar. Desde el MFC Paraguay, los invitamos a vivir esta fecha con alegría y responsabilidad, reconociendo en cada familia un proyecto de amor que contribuye al bien común y a la construcción de una sociedad más unida y solidaria.

¡Feliz Día Nacional de la Familia!

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La unión matrimonial como fundamento para el crecimiento saludable de los hijos

El matrimonio como expresión del amor fecundo

El matrimonio representa más que una unión legal entre dos personas; constituye un espacio natural donde el amor se vuelve fecundo y acogedor a la vida. Los hijos no solo son el reflejo biológico de sus padres, sino la manifestación tangible del poder creativo del amor que se multiplica al compartirse. Cuando los niños son recibidos en un ambiente de amor, transforman positivamente la dinámica familiar y motivan a los padres a superarse constantemente.

La fecundidad humana trasciende el simple concepto de reproducción biológica. Representa, en esencia, nuestra participación en el acto creador divino, donde cada ser humano fue concebido para existir y desarrollarse dentro de un contexto amoroso.

Esta realidad aplica también para aquellas parejas que no pueden concebir hijos biológicos, ya que su amor puede nutrir el desarrollo de muchos niños sin padres o beneficiar a la comunidad a través de diversas formas de servicio social.

El matrimonio como entorno ideal para los hijos

Las investigaciones científicas confirman que los niños prosperan mejor cuando crecen en hogares donde ambos padres mantienen una relación estable y comprometida como la que proporciona el matrimonio. Este entorno les brinda la seguridad emocional, protección y nutrición afectiva necesarias para un desarrollo óptimo. Diversos estudios respaldan esta realidad:

  • Estabilidad económica: Los índices de pobreza infantil son significativamente menores en hogares donde los padres están casados, en comparación con familias monoparentales o parejas que simplemente conviven.
  • Menor riesgo de criminalidad: Los varones que crecen sin la presencia de una figura paterna estable tienen el doble de probabilidades de enfrentar problemas con la justicia durante su vida adulta.
  • Salud física y mental: Los hijos de matrimonios estables gozan de mejor salud general y presentan menor incidencia de trastornos mentales, incluyendo depresión y tendencias suicidas durante la adolescencia.
  • Protección contra abusos: Los estudios demuestran que los niños de parejas que solo cohabitan enfrentan mayor riesgo de sufrir violencia doméstica, maltrato físico y abuso sexual.
  • Continuidad relacional: Los hijos de padres que solo conviven tienen tres veces más probabilidades de experimentar la separación de sus progenitores antes de cumplir cinco años, período crucial para la formación de su estructura emocional.
  • Rendimiento académico: La estabilidad matrimonial de los padres favorece el desempeño escolar de los hijos, mientras que las relaciones inestables o interrumpidas tienden a generar mensajes contradictorios y menor aprovechamiento académico.
  • Salud reproductiva: Las estadísticas muestran una correlación entre los embarazos adolescentes y la crianza en hogares monoparentales o con padres separados.
  • Desarrollo emocional equilibrado: La ausencia de la figura paterna crea significativos vacíos emocionales tanto en niños como en niñas, afectando su desarrollo afectivo y su futuro comportamiento en relaciones íntimas.

El matrimonio saludable como modelo relacional

La calidad de la relación matrimonial, y no solo su existencia formal, impacta profundamente en el desarrollo infantil.

Los niños internalizan patrones de comportamiento y expectativas sobre el amor y el respeto observando la dinámica entre sus padres:

  1. El modelo matrimonial que observan influye en su futura elección de pareja
  2. Los patrones relacionales de los padres se reflejan en los desafíos que los hijos enfrentarán en sus propias relaciones adultas
  3. La interacción entre padre y madre establece los parámetros sobre roles de género y expectativas en las relaciones Por estas razones, el esfuerzo por cultivar un matrimonio saludable representa una inversión invaluable en el bienestar de los hijos. Aunque en casos extremos la separación puede resultar necesaria para proteger a los niños, muchas relaciones matrimoniales pueden fortalecerse con dedicación, comunicación y apoyo profesional adecuado.
  4. Estos datos sobre la influencia del matrimonio en el desarrollo infantil también deberían hacer reflexionar a los padres que consideran la migración sin sus hijos. Si bien el deseo de ofrecerles mejores oportunidades económicas es comprensible, los beneficios materiales rara vez compensan los daños emocionales que sufren los niños al separarse de sus padres durante períodos formativos críticos.