¿Qué es el Purgatorio?
Para comprender el valor de esta gracia, primero debemos recordar qué es el Purgatorio. El Catecismo de la Iglesia Católica nos enseña que el Purgatorio es una “purificación final” para aquellos que mueren en la gracia de Dios, pero que no están completamente purificados. No es un “segundo chance”, sino un estado de preparación necesario antes de poder experimentar la santidad del Cielo. Quienes están en el Purgatorio tienen la certeza de su salvación eterna; están siendo preparados para el encuentro definitivo con el Amor.
¿Qué es una Indulgencia Plenaria?
Una indulgencia plenaria es el perdón de toda la pena temporal que merecemos por nuestros pecados ya perdonados en la confesión. Imaginemos que el pecado es como clavar un clavo en una madera. La confesión saca el clavo (perdona la culpa), pero queda el agujero (la pena temporal). La indulgencia repara ese agujero.
Es un regalo que nos devuelve al estado de pureza de nuestro bautismo. Si una persona falleciera justo después de obtenerla con las debidas disposiciones, se cree que entraría directamente al Cielo.
Es crucial entender que una indulgencia no es:
- Un permiso para pecar o el perdón de pecados futuros.
- El perdón de la culpa del pecado, que debe ser absuelta primero en el Sacramento de la Reconciliación.
Más bien, es una forma de satisfacer la deuda de justicia que el pecador tiene con Dios, aliviando o saldando el castigo temporal que nuestros pecados merecen.
¿Cómo Obtener la Indulgencia Plenaria en Pentecostés por un Alma del Purgatorio?
Para ser un canal de la misericordia de Dios y ayudar a un alma a llegar al Cielo, la Iglesia nos pide seguir estos pasos con un corazón sincero:
- Tener la firme intención de no volver a pecar, ni siquiera venialmente. Esto implica un verdadero desapego del pecado.
- Confesión Sacramental: Acercarse al sacramento de la Reconciliación (puede ser unos días antes o después de Pentecostés).
- Recibir la Sagrada Eucaristía: Comulgar en estado de gracia.
- Orar por las intenciones del Santo Padre: Se sugiere rezar un Padrenuestro y un Avemaría por las intenciones del Papa.
- Rezar o cantar el himno Veni Creator Spiritus: Este es el acto específico requerido para la Solemnidad de Pentecostés. Se debe hacer públicamente (en una iglesia) este domingo.
Al cumplir estas condiciones, podemos ofrecer esta gracia por un alma específica o por las almas más necesitadas del Purgatorio.
Veni Creator Spiritus (Ven, Espíritu Creador)
Unámonos en oración con este hermoso y antiguo himno de la Iglesia, pidiendo la venida del Espíritu Santo sobre nosotros, nuestras familias y sobre las almas por quienes ofrecemos esta indulgencia.
Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz,
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos.Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.
Este Pentecostés, abramos nuestros corazones al Espíritu Santo y seamos instrumentos de su gracia y misericordia. Aprovechemos este tesoro espiritual que la Iglesia nos regala y extendamos una mano de ayuda a quienes nos han precedido en el camino de la fe.